sábado, 14 de enero de 2012

De la mano


Los que me seguís desde hace años sabéis que este curso está siendo un punto de inflexión en mi carrera, después de 10 años es la primera vez que trabajo en un Centro Ordinario y compruebo de primera mano lo que supone la integración. Y sí, digo integración y no inclusión porque aún nos queda tanto para llegar a eso...

Soy maestra por vocación, disfruto enormemente con el alumnado con necesidades educativas especiales y reconozco mi debilidad por el alumnado con TEA, pero también soy muy consciente de que sólo estoy 5 de 24 horas que tiene el día.

Y el resto... pues ahí es donde entra la gran admiración que siento por todas las familias que he conocido a lo largo de mi vida y especialmente a través de los Blogs: super mamis y papis (que también los hay), espartanas, luchadoras incansables, entregadas, con un objetivo claro, hacer todo lo posible por ofrecerles la mejor educación posible a sus hijos.

Y digo yo, ¿acaso ese no es también el objetivo de la escuela? y entonces, por qué hay tanto recelo, tanta incomprensión, ¿Sirve de algo mi trabajo, por muy bien que pretenda hacerlo, si camino sola? ¿Puede ir la escuela por un lado, sin contar en primera fila con la familia?

Les aseguro que no, somos una gotita en medio de un mar inmenso por el que pasan nuestros peques, terapias, familia, escuela... si no vamos de la mano, creamos cientos de caminos para nuestros chicos a cuál más inhóspito.

No me cansaré de repetir que la escuela sin las familias no se puede sostener, ¿quién conoce a los chicos mejor que su propia familia?, ¿quién tiene mayor deseo de ver salir adelante a su hij@?, ¿por qué nos causa tanto temor incluirlos en nuestra estructura?

Lo sé, hay familias y familias, pero también hay maestros y maestros y no por eso podemos dejar de intentarlo y de luchar por acercar nuestras manos para caminar juntos.

Por el bien de nuestros peques necesitamos acercar posturas entre todos los servicios y agentes que intervienen, por muy difícil que parezca y por muy diversas que sean nuestras filosofías o formas de trabajo, por encima de todo eso, debemos recordar que lo importante es el bienestar del niño, fomentar su inclusión y ofrecerle las herramientas necesarias para que acceda a la educación.

No soy madre, ni sé si lo seré algún día, pero si lo fuera me encantaría poder tener la fuerza de todas las madres que he conocido gracias a este Blog y a las que les mando todo mi apoyo.

No es que hoy tenga un día pesimista, pero me encantaría por una vez encender el ordenador y no ver entradas ni noticias de las Plataformas exponiendo casos indignantes sobre la falta de recursos escolares, la incomprensión de muchos centros, las dificultades para integrarse y para crear propuestas comunes entre familias y escuela.

Me encantaría que no tuviéramos ninguna historia más para ampliar El Libro Rojo de la Educación (rojo, porque no hay nadie que lo lea y no se ponga de ese color de la vergüenza)
Vergüenza que siento cada vez que pienso en el día a día de muchos de los peques a los que adoro y frustración por no poder gritar más alto.

Sabéis que estoy con vosotras, ahora y siempre, juntas haremos el camino, pasito a pasito, ADELANTE SIEMPRE Y CON UNA SONRISA.


14 comentarios:

  1. Amaya, estoy totalmente contigo. Soy estudiante de maestro, y los blogs me han dado la oportunidad de conoceros y sentir vuestra fuerza. de verdad que cada vez somos más y estamos unidos por esta causa. sigamos luchando por ellos!!!

    un abrazo

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  2. TÚ SÍ QUE VALES!!! TAL VEZ PODRÍAS DECIRLO MÁS ALTO, PERO NO MÁS CLARO.

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  3. De verdad que me dejas sin palabras, sabes que soy maestra y también madre de un golfillo con TEA y estoy al 100% de acuerdo en lo que dices, solo puedo decirte que si ahora estuvieses a mi lado te daría el abrazo más grande que jamás te hayan dado!!!!!! GRACIAS POR SER COMO ERES, GRACIAS POR ESTAR AHÍ, GRACIAS POR HACER LO QUE HACES Y SOBRE TODO GRACIAS POR TU CARIÑO Y COMPRENSIÓN HACIA LOS NIÑOS Y SUS FAMILAS!!!!!

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  4. Estupenda entrada, Amaya. Describes lo que la mayoría de nosotros vivimos.
    Lo grave del asunto es que hay medidas que serían tan sencillas, tan obvias y tan beneficiosas y no se hacen, que hacen que veamos la inclusión como un tema lejano en gran parte de los casos.
    Lo que me alegra el corazón es leer que hay profesionales como tú, que es capaz de ponerse en nuestro lugar. Un abrazo!

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  5. Una entrada genial, es tan fácil como dejar hacer al sentido común, todavia hay muchos profesores que se sienten invadidos, cuestionados, cuando los padres queremos formar parte más de lo habitual en la escuela, pero siempre hay profesionales como tú, que quieren lo que todos debemos querer por encima de todo "el bienestar de los niños" aunque eso signifique dejarse el orgullo en casa, que por otro lado no es buen consejero. Un beso enorme

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  6. Hola Amaya, como maestra estoy totalmente de acuerdo contigo y si fuese madre, me encantaría que la mayoría de los maestros tuvieran ese mismo pensamiento. Muchos besos y feliz año.

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  7. Amaya,tú mejor que nadie sabes que la inclusión sólo ha llegado a la legislación educativa, pero que muchos docentes (no todos, pero sí muchos) no saben ni qué significa. También sabes que hay grandes profesionales que se ven engullidos por el sistema, que a pesar de sus ideas no pueden hacer más porque la organización del centro, lo impide. En fin... yo tengo buenas profesionales en el colegio de Gloria, pero desgraciadamente como dices no pueden apoyar su trabajo más que unas horas a la semana, y el resto del tiempo, Gloria se enfrenta sola a todas las dificultades.Creo que es mucho más difícil ser pt en inclusión que en aula enclave. Asi que me alegro que seas tú la que trabaja en inclusión. Aunque tú sientas que no estás pudiendo aportar todo lo que sabes... estás creando un germen necesario y urgente. Un beso enorme Amaya.

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  8. Así es Amaya, no puede ser de otra manera, de la mano si o si, hay padres y padres y, maestros y maestros como dices tan bien, pero hay que buscar el equilibrio porque los niños aunque son de los padres pasan muchas horas en el cole, donde los padres no están, así que tenemos una responsabilidad compartida, y la única manera de llegar a lo mejor para el niño es haciendo equipo, familia-profesionales.
    Ains que ganitas de escucharte en Valencia!!! Un besazo guapa!!!

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  9. Qué grande amaya, aquí del otro lado del charco, concuerdo con lo que planteás... es primordial este acompañamiento conjunto, nuestro y de los papás! te mando un abrazo!! Caro

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  10. ¡¡Cuánta razón tienes Amaya!! Los padres son los pilares ,sin ellos no podemos recorrer el camino que queremos ¡¡aún queda mucho!!! Si ellos nuestro trabajo no tiene continuidad.Sé lo que sientes porque lo he vivido por eso comparto tus sentimientos.
    Un beso muy fuerte

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  11. Amaya, es la primera vez que te dejo un comentario,soy mamá de un niño con TEA.
    Si todos los maestr@s que trabajan con nuestros hijos pensarian como tú..pues la inclusión no estaria tan lejos.Tambien es importantísimo la implicación de los padres, como bien dices.Me encanta esta entrada!!!
    Un abrazo enorme!

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  12. Muchísimas gracias Amaya . Eres una persona muy especial que ama su profesión a los niños. Eres una gran persona que siempre estas ahí, muchas gracias

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  13. Amaya eres lo máximo, que suerte los niños que están contigo y con profesionales como tú.
    No existe la pastilla mágica para evitar las dificultades de un niño con TEA y tampoco tenemos una pastilla para que un profesional ponga todo de su parte.
    Pero la semilla que tú y otros como tú, plantais y regais cada día y la mirada de respeto y amor hacia nuestros hijos que nosotras intentamos contagiar a todos, debería ser suficiente para que las cosas mejoren. Tienen que mejorar.
    Nunca dejes de intentarlo, te necesitamos así, con ilusión por que llegue ese día en que vayamos de la mano, porque esa es la fórmula que da los mejores resultados para todas las partes y todos lo sabemos. Por eso hay que seguir intentándolo.
    Muuuuchas Gracias y un abrazo fuerte!!

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  14. Garachico me dio la oportunidad de conocer que aún existen maestros con esperanza como tu. Que si 99 docentes nos dicen "su hijo no puede" existe 1 que cree que si es posible. Ese maestro deja huella en el corazón tanto de las familias como de nuestros hijos. Ese maestro cambiará vidas y así como tu ponderas el trabajo de las madres y padres, hay que valorar el de los maestros que luchan contra la corriente. Un abrazo.

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